EVANGELIO DEL DÍA:
Jn 14,1-6: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
– «Que no tiemble vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, «estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino.»
Tomás le dice:
– «Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?»
Jesús le responde:
– «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí.»
PISTAS PARA LA MEDITACIÓN:
En el Evangelio de hoy comienza con la invitación a no tener miedo, a confiar , a vivir con esperanza, a no dejar lugar al desaliento. “No perdáis la calma, creed en Dios y creed también en Mí” nos dice el Señor. “Creed en Mí”. Confiad en Mí. Llamada a la fe, confianza, al abandono en Él, seguro que nos iría muchísimo mejor si diéramos el salto a vivir en su amor, en su presencia, en el descanso de quien sabemos que nos acompaña y que no se desentiende de nuestros desvelos.
En el discípulo Tomás, el mismo que puso resistencia a creer que había vencido a la muerte y estaba vivo, el que exigió poder tocarle para creer, “si no lo veo no lo creo”, algo tan propio de nuestra cultura, en el pasaje evangélico manifiesta su no saber : “¿cómo podemos saber el camino?” Igual que a Tomás nosotros experimentamos muchas veces nuestras carencias, y también le planteamos al Señor nuestras dificultades, nuestras dudas, nuestros afanes y …
Aprovechando la pregunta del apóstol, el Señor se nos presenta como CAMINO, VERDAD Y VIDA.
YO SOY EL CAMINO -dice el Señor-. Acudo al comentario de S. Juan Pablo II en el Regina Coeli, 20 mayo 1984: “Los caminos de la vida parece que tienden a la muerte, que está ante el hombre como término. Pero Cristo, con su resurrección ha vuelto a confirmar que el término del hombre es Dios, y que Él se ha convertido en el camino hacia el Padre. Por tanto: no el camino de la muerte, sino de la Vida en Dios. Este camino es en Jesucristo la verdad de los destinos del hombre: la verdad de nuestra existencia ya aquí en la tierra. En Jesucristo -crucificado y resucitado- la verdad es la vida, y no la muerte. Efectivamente, Él es la camino.”
En palabras de Fray Nelson: “Para ir adonde va Jesús, hay que ir a través de Jesús”. «Jesús es nuestro camino» significa tomar en nuestra vida las opciones que tomó Jesús. Es decir: obrar como él, llevar una vida como la suya, dejarnos mover por un amor como el suyo.
Que tengas un buen día.
Jesús Aguilar Mondéjar (Chechu), sacerdote.