EVANGELIO DEL DÍA: Lc 17,7-10: Somos unos siervos inútiles.

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EVANGELIO DEL DÍA:
Lc 17,7-10: Somos unos siervos inútiles.

En aquel tiempo, dijo el Señor:
–Suponed que un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor; cuando vuelve del campo, ¿quién de vosotros le dice: «Enseguida, ven y ponte a la mesa?»
¿No le diréis: «Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo; y después comerás y beberás tú?» ¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid:
«Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer.»

PISTAS DE MEDITACIÓN:

En el Evangelio de hoy la llamada que se nos presenta es entender el servicio como entrega, concluye el pasaje evangélico con la máxima de: “hemos hecho lo que teníamos que hacer”. En el texto con el ejemplo planteado por el Señor, quiere que caigamos en la cuenta que cuando se introduce el interés, desvirtúa la entrega, mancha el servicio como vocación y denuncia la actitud mercantilista de exigirle al Señor. Puede darse en el fondo de nuestro corazón que nos creamos con derechos adquiridos sin darnos cuenta que el que debe vivir con agradecimiento a su creador somos nosotros, vivir nuestra vida como don, todo lo hemos recibido, “¿Tenéis que estar agradecidos…?”. Nuestra vida cristiana no se puede estructurar sobre una contabilidad del haber-debe respecto de Dios. Resuena fuertemente la gratuidad y la entrega por amor. Tenemos que servir a Dios, no con el propósito de hacer valer luego unos derechos adquiridos, sino con amor gratuito de hijos. Si hacemos el bien, que no sea llevando cuenta de lo que hacemos, ni pasando factura, ni pregonando nuestros méritos sino gratuitamente.

El Papa Emérito, Benedicto XVI, en la homilía del 3 de octubre de 2010, profundiza sobre este pasaje evangélico: “una enseñanza de humildad, pero que está estrechamente ligada a la fe. Jesús nos invita a ser humildes y pone el ejemplo de un siervo que ha trabajado en el campo. Cuando regresa a casa, el patrón le pide que trabaje más. Según la mentalidad del tiempo de Jesús, el patrón tenía pleno derecho a hacerlo. El siervo debía al patrón una disponibilidad completa, y el patrón no se sentía obligado hacia él por haber cumplido las órdenes recibidas. Jesús nos hace tomar conciencia de que, frente a Dios, nos encontramos en una situación semejante: somos siervos de Dios; no somos acreedores frente a él, sino que somos siempre deudores, porque a él le debemos todo, porque todo es un don suyo. Aceptar y hacer su voluntad es la actitud que debemos tener cada día, en cada momento de nuestra vida. Ante Dios no debemos presentarnos nunca como quien cree haber prestado un servicio y por ello merece una gran recompensa. Esta es una falsa concepción que puede nacer en todos, incluso en las personas que trabajan mucho al servicio del Señor, en la Iglesia. En cambio, debemos ser conscientes de que, en realidad, no hacemos nunca bastante por Dios. Debemos decir, como nos sugiere Jesús: «Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer». Esta es una actitud de humildad que nos pone verdaderamente en nuestro sitio y permite al Señor ser muy generoso con nosotros. En efecto, en otra parte del Evangelio nos promete que «se ceñirá, nos pondrá a su mesa y nos servirá». Queridos amigos, si hacemos cada día la voluntad de Dios, con humildad, sin pretender nada de él, será Jesús mismo quien nos sirva, quien nos ayude, quien nos anime, quien nos dé fuerza y serenidad.”

Que tengas un buen día.
Jesús Aguilar Mondéjar (Chechu), sacerdote.

Jesús Aguilar Mondéjar
Jesús Aguilar Mondéjar

Consiliario del Movimiento de Cursillos de Cristiandad de la Diócesis de Cartagena.

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