EVANGELIO DEL DÍA: Lc 18,1-8: Cuando venga el Hijo del Hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?

Domund

EVANGELIO DEL DÍA:
Lc 18,1-8: Cuando venga el Hijo del Hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?

En aquel tiempo, Jesús, para explicar a los discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola:
-Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres.
En la misma ciudad había una viuda que solía ir a decirle: «Hazme justicia frente a mi adversario»; por algún tiempo se negó, pero después se dijo: «Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esa viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara».
Y el Señor respondió:
-Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche? ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?

PISTAS PARA LA MEDITACIÓN:

Este domingo se celebra el día del Domund en toda la Iglesia, con el tema propuesto por el Papa Francisco: “Bautizados y enviados: la Iglesia de Cristo en misión en el mundo”. Es un día especial, dedicado a la misión de la Iglesia y a los misioneros de todo el mundo, en esta jornada se nos solicita nuestra colaboración no solo económica, se nos pide nuestra oración por ellos que trabajan para que el Señor sea conocido y amado, y también es una llamada para cada uno a ser misioneros, a irradiar el amor de Cristo donde nos encontremos y en medio de las personas que Dios cruce en nuestras vidas.

En la liturgia de este domingo nos ofrece una enseñanza fundamental: la necesidad de orar siempre , sin cansarse. Orar siempre, sin desfallecer. Orar siempre, la oración perseverante es expresión de la fe. A veces, no somos conscientes de todo el bien que nos revierte, o no hemos descubierto su necesidad, eso explicaría el porque con tanta facilidad la dejamos, en el fondo de nuestro convencimiento creemos que la oración no es tan útil para la vida, que es poco eficaz. Por ello, surge la tentación del activismo, de hacer, hacer… Ya que si fuéramos conscientes del bien que nos repercute, nunca le quitaríamos el tiempo dedicado a ella, difícilmente suprimiríamos esos encuentros con la divinidad. Cuando esto ocurre algo esta fallando. Si contemplamos al Señor vemos que era una practica habitual en Él, se retiraba a orar con mucha frecuencia, es muy fácil encontrarlo en los evangelios en oración, invitando a ella, enseñando a orar, el Señor más de una vez les decía a los discípulos: “sin Mí no podéis hacer nada”. Necesitamos estar unidos a Él para poder dar fruto. Dios nos ama, nos escucha y quiere nuestro bien, S. Alfonso María de Ligorio decía: “El Señor quiere concedernos las gracias, pero quiere que se las pidamos”. “Clamar día y noche” a Dios, pero no conoce Dios ya nuestras necesidades, entonces, ¿qué sentido tiene “insistir” con Dios”? La oración supone la fe, quien reza, quien acude a Dios, no lo podría hacer si no cree. Dios nos escucha siempre, es necesario rezar siempre, pero no para convencer al Señor, Él conoce mejor que nosotros aquello que necesitamos. “La oración perseverante es más bien expresión de la fe en un Dios que nos llama a combatir con Él, cada día, en cada momento, para vencer el mal con el bien”. (P.Francisco, ángelus, 20 octubre 2013).

La conclusión del pasaje evangélico de hoy habla de la fe: “Pero cuando el Hijo del Hombre venga, ¿encontrará esa fe sobre la tierra?” En la homilia del Papa Emérito Benedicto XVI, del 21 octubre 2007, profundiza sobre la liturgia de este domingo: “La fe es la fuerza que en silencio, sin hacer ruido, cambia el mundo y lo transforma en el reino de Dios, y la oración es expresión de la fe. Cuando la fe se colma de amor de Dios, reconocido como Padre bueno y justo, la oración se hace perseverante, insistente; se convierte en un gemido del espíritu, un grito del alma que penetra en el corazón de Dios. De este modo, la oración se convierte en la mayor fuerza de transformación del mundo”.

Es domingo, día del Señor, día donde celebrar y alimentar nuestra fe, día de la eucaristía, día donde alimentarnos de su Palabra y de su Cuerpo. Feliz Domingo.

Que tengas un buen día.
Jesús Aguilar Mondéjar (Chechu), sacerdote.

 

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Jesús Aguilar Mondéjar

Consiliario del Movimiento de Cursillos de Cristiandad de la Diócesis de Cartagena.

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