EVANGELIO DEL DÍA: Lc 19,1-10: Hoy ha sido la salvación de esta casa.

ilragazzoconmoltafede-1552317561546-cathopic

EVANGELIO DEL DÍA:
Lc 19,1-10: Hoy ha sido la salvación de esta casa.

Entró en Jericó e iba atravesando la ciudad. En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura. Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque tenía que pasar por allí. Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y le dijo: «Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa». Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento. Al ver esto, todos murmuraban diciendo: «Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador». Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor: «Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más». Jesús le dijo: «Hoy ha sido la salvación de esta casa, pues también este es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido».

PISTAS PARA LA MEDITACIÓN:

En el Evangelio de hoy nos presenta el encuentro de Jesús con Zaqueo, ante sus paisanos no es bien considerado debido al oficio que tenía, era recaudador de impuestos y trabajaba para el invasor, considerado pecador publico, explotador de su pueblo. Comentando este mismo pasaje el Papa Francisco en el ángelus del 30 de octubre de 2016 dice que: “si Jesús hubiese dicho: «Baja, tú, explotador, traidor del pueblo. Ven a hablar conmigo para arreglar las cuentas». Seguramente el pueblo le hubiese aplaudido. En cambio, comenzaron a murmurar: «Jesús va a la casa de él, del pecador, del explotador». Pero Jesús, guiado por la misericordia, lo buscaba precisamente a él. Y cuando entra en la casa de Zaqueo dice: «Hoy ha sido la salvación de esta casa, pues también este es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido». La mirada de Jesús va más allá de los pecados y los prejuicios. […]mira a la persona con los ojos de Dios, que no se queda en el mal pasado, sino que vislumbra el bien futuro. Jesús no se resigna ante las cerrazones, sino que abre siempre, siempre abre nuevos espacios de vida; no se queda en las apariencias, sino que mira el corazón. Y aquí miró el corazón herido de este hombre: herido por el pecado de la codicia, de muchas cosas malas que había hecho este Zaqueo. Mira el corazón herido y va allí.

A veces nosotros buscamos corregir o convertir a un pecador riñendo, reprochando sus errores y su comportamiento injusto. La actitud de Jesús con Zaqueo nos indica otro camino: el de mostrar a quien se equivoca su valor, ese valor que Dios sigue viendo a pesar de todo, a pesar de todos sus errores. Esto puede provocar una sorpresa positiva, que causa ternura en el corazón e impulsa a la persona a sacar hacia fuera todo lo bueno que tiene en sí mismo. El gesto de dar confianza a las personas es lo que las hace crecer y cambiar. Así se comporta Dios con todos nosotros: no lo detiene nuestro pecado, sino que lo supera con el amor y nos hace sentir la nostalgia del bien. […] No existe una persona que no tenga algo bueno. Y esto es lo que mira Dios para sacarla del mal.

Que la Virgen María nos ayude a ver lo bueno que hay en las personas que encontramos cada día, a fin de que todos sean alentados en hacer emerger la imagen de Dios grabada en su corazón. Y así podemos alegrarnos por las sorpresas de la misericordia de Dios. Nuestro Dios, que es el Dios de las sorpresas.”

Que tengas un buen día.
Jesús Aguilar Mondéjar (Chechu), sacerdote.

Picture of Jesús Aguilar Mondéjar
Jesús Aguilar Mondéjar

Consiliario del Movimiento de Cursillos de Cristiandad de la Diócesis de Cartagena.

WhatsApp
Facebook
Email
Imagen del autor

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Abrir chat
¿Hablamos?
Cursillos de Cristiandad - Murcia
Contáctanos si necesitas algo 😊