EVANGELIO DEL DÍA: Mc 12,38-44: Esa pobre viuda ha echado más que nadie.

the-widdows-mite-bible-video-600

EVANGELIO DEL DÍA:
Mc 12,38-44: Esa pobre viuda ha echado más que nadie.

En aquel tiempo, entre lo que enseñaba Jesús a la gente, dijo:
-«¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplio ropaje y que les hagan reverencias en la plaza, buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las viudas, con pre­texto de largos rezos. Éstos recibirán una sentencia más rigu­rosa.»
Estando Jesús sentado enfrente del arca de las ofrendas, observaba a la gente que iba echando dinero: muchos ricos echaban en cantidad; se acercó una viuda pobre y echó dos reales. Llamando a sus discípulos, les dijo:
-«Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero ésta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir.»

PISTAS PARA LA MEDITACIÓN:

El Evangelio de hoy nos presenta a una mujer creyente y generosa, viuda y pobre, el Señor se fija en ella, lo ha entregado todo, incluso lo que necesitaba para vivir, la mirada que nos destaca el Señor es que Dios no se deja llevar por las apariencias, su mirada escudriña el corazón del hombre, por eso, no se detiene en si era mucho o poco, sino en que lo ha entregado todo, la viuda se convierte en un modelo de compartir sin reservas, nos invita a entender que hay mas alegría en dar que en recibir y que tenemos que dar no lo que nos sobra, en este ejercicio de generosidad, estamos llamados a llegar hasta la entrega de nosotros mismos.

Contamos con la ayuda del Papa Francisco para la meditación de hoy, en sus catequesis del ángelus, el 8 de noviembre de 2015, es este mismo pasaje el que nos lo comenta:

“El episodio del Evangelio de este domingo se compone de dos partes: en una se describe cómo no deben ser los seguidores de Cristo; en la otra, se propone un ideal ejemplar de cristiano.
En la primera parte, Jesús señala tres defectos que se manifiestan en el estilo de vida de los escribas, maestros de la ley: soberbia, avidez e hipocresía. A ellos —dice Jesús— les encanta «que les hagan reverencia en las plazas, buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes» . Pero, bajo apariencias tan solemnes, se esconden la falsedad y la injusticia. Mientras se pavonean en público, usan su autoridad para «devorar los bienes de las viudas», a las que se consideraba, junto con los huérfanos y los extranjeros, las personas más indefensas y desamparadas. Por último, los escribas «aparentan hacer largas oraciones». También hoy existe el riesgo de comportarse de esta forma.

[…] También la segunda parte del Evangelio de hoy va en esta línea. La escena se ambienta en el templo de Jerusalén, precisamente en el lugar donde la gente echaba las monedas como limosna. Hay muchos ricos que echan tantas monedas, y una pobre mujer, viuda, que da apenas dos pequeñas monedas. Jesús observa atentamente a esa mujer e indica a los discípulos el fuerte contraste de la escena. Los ricos han dado, con gran ostentación, lo que para ellos era superfluo, mientras que la viuda, con discreción y humildad, ha echado «todo lo que tenía para vivir»; por ello —dice Jesús— ella ha dado más que todos. Debido a su extrema pobreza, hubiera podido ofrecer una sola moneda para el templo y quedarse con la otra. Pero ella no quiere ir a la mitad con Dios: se priva de todo. En su pobreza ha comprendido que, teniendo a Dios, lo tiene todo; se siente amada totalmente por Él y, a su vez, lo ama totalmente. ¡Qué bonito ejemplo esa viejecita!

Jesús, hoy, nos dice también a nosotros que el metro para juzgar no es la cantidad, sino la plenitud. […] Amar a Dios «con todo el corazón» significa confiar en Él, en su providencia, y servirlo en los hermanos más pobres, sin esperar nada a cambio.
[…] Pidamos al Señor que nos admita en la escuela de esta pobre viuda, que Jesús, con el desconcierto de los discípulos, hace subir a la cátedra y presenta como maestra de Evangelio vivo. Por intercesión de María, la mujer pobre que ha dado toda su vida a Dios por nosotros, pidamos el don de un corazón pobre, pero rico de una generosidad alegre y gratuita.”

Es domingo, día del Señor, y hoy celebramos el día de la Iglesia Diocesana, nuestro Obispo en su carta, nos invita a “formar una familia de hermanos, en la que nadie sobra y todos somos necesarios”, el lema de la campaña de este año nos lo recuerda: “Somos una gran familia contigo”. Que este día nos ayude a acrecentar los lazos con nuestra comunidad parroquial, a implicarnos en su misión de llevar al Señor a los que no lo conocen, a estar cercanos a los mas necesitados: desde soledades, enfermedades, carencias de todo tipo, también lo necesario para vivir. Que a ejemplo de la viuda del Evangelio aprendamos a darnos y entregarnos a los otros, que son mis hermanos. ¡Feliz Día de la Iglesia Diocesana!

Que tengas un buen día.
Jesús Aguilar Mondéjar (Chechu), sacerdote.

Picture of Jesús Aguilar Mondéjar
Jesús Aguilar Mondéjar

Consiliario del Movimiento de Cursillos de Cristiandad de la Diócesis de Cartagena.

WhatsApp
Facebook
Email
Imagen del autor

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Abrir chat
¿Hablamos?
Cursillos de Cristiandad - Murcia
Contáctanos si necesitas algo 😊