EVANGELIO DEL DÍA: Mc 4, 1-10.14-20: Salió el sembrador a sembrar.

shell-1031290_1920

EVANGELIO DEL DÍA:
Mc 4, 1-10.14-20: Salió el sembrador a sembrar.

Jesús se puso a enseñar otra vez junto al mar. Acudió un gentío tan enorme, que tuvo que subirse a una barca y, ya en el mar, se sentó; y el gentío se quedó en tierra junto al mar. Les enseñaba muchas cosas con parábolas y les decía instruyéndolos: «Escuchad: salió el sembrador a sembrar; al sembrar, algo cayó al borde del camino, vinieron los pájaros y se lo comieron. Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra; como la tierra no era profunda, brotó enseguida; pero en cuanto salió el sol, se abrasó y, por falta de raíz, se secó. Otra parte cayó entre abrojos; los abrojos crecieron, la ahogaron y no dio grano. El resto cayó en tierra buena; nació, creció y dio grano; y la cosecha fue del treinta o del sesenta o del ciento por uno». Y añadió: «El que tenga oídos para oír, que oiga». El sembrador siembra la palabra. Hay unos que están al borde del camino donde se siembra la palabra; pero en cuanto la escuchan, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos. Hay otros que reciben la semilla como terreno pedregoso; son los que al escuchar la palabra enseguida la acogen con alegría, pero no tienen raíces, son inconstantes, y cuando viene una dificultad o persecución por la palabra, enseguida sucumben. Hay otros que reciben la semilla entre abrojos; estos son los que escuchan la palabra, pero los afanes de la vida, la seducción de las riquezas y el deseo de todo lo demás los invaden, ahogan la palabra, y se queda estéril. Los otros son los que reciben la semilla en tierra buena; escuchan la palabra, la aceptan y dan una cosecha del treinta o del sesenta o del ciento por uno».

PISTAS PARA LA MEDITACIÓN:

El Evangelio de hoy nos presenta la parábola del sembrador, tenemos mucha suerte ya que nos encontramos con una de las parábolas que la explicación de la misma nos es dada por Nuestro Señor.
Este sembrador no selecciona el terreno, no busca la eficacia que mueve al mundo, no selecciona, la semilla es para todos, incluso para los que se encuentran al borde del camino. Nadie queda excluido de la siembra de la Palabra. Es para todos. No se detiene en la eficacia, no examina el terreno para ver cual es el más productivo. Dios siembra en todos, da a cada hombre las ayudas necesarias para su salvación. Él mismo es quien esparce la semilla en las almas y quien da a su tiempo el crecimiento. La cuestión es el terreno, aquí hace mención a como es recibida esta simiente,

Y la otra cuestión para meditar es como es visto el fruto, lo de menos es la cantidad, lo importante es la calidad, no es lo que hago sino cómo lo hago, poner alma, vida, corazón en ofrecer nuestra vida, y aquí estará el fruto: unos treinta, otros sesenta… lo importante del fruto no es la cantidad, si es el que podamos dar cada uno lo que estemos capacitados y aquí no es cuestión de compararnos con nadie, cada uno estamos llamados a responder de los talentos recibidos.

El P. Francisco en el ángelus, del 13 de julio 2014, nos comenta este pasaje evangélico: “la parábola del sembrador, […] Jesús no se limitó a presentar la parábola, también la explicó a sus discípulos. […] Esta parábola habla hoy a cada uno de nosotros, como hablaba a quienes escuchaban a Jesús hace dos mil años. Nos recuerda que nosotros somos el terreno donde el Señor arroja incansablemente la semilla de su Palabra y de su amor. ¿Con qué disposición la acogemos? […] Y nos hará bien no olvidar que también nosotros somos sembradores. Dios siembra semilla buena, y también aquí podemos plantearnos la pregunta: ¿qué tipo de semilla sale de nuestro corazón y de nuestra boca? Nuestras palabras pueden hacer mucho bien y también mucho mal; pueden curar y pueden herir; pueden alentar y pueden deprimir.

Recordadlo: lo que cuenta no es lo que entra, sino lo que sale de la boca y del corazón.
Que la Virgen nos enseñe, con su ejemplo, a acoger la Palabra, custodiarla y hacerla fructificar en nosotros y en los demás.”

Que tengas un buen día.
Jesús Aguilar Mondéjar (Chechu), sacerdote.

Jesús Aguilar Mondéjar
Jesús Aguilar Mondéjar

Consiliario del Movimiento de Cursillos de Cristiandad de la Diócesis de Cartagena.

WhatsApp
Facebook
Email
Imagen del autor

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Abrir chat
¿Hablamos?
Cursillos de Cristiandad - Murcia
Contáctanos si necesitas algo 😊