EVANGELIO DEL DÍA:
Mc 6,53-56: Los que la tocaban se curaban.
Terminada la travesía, llegaron a Genesaret y atracaron. Apenas desembarcados, lo reconocieron y se pusieron a recorrer toda la comarca; cuando se enteraba la gente dónde estaba Jesús, le llevaba los enfermos en camillas. En los pueblos, ciudades o aldeas donde llegaba colocaban a los enfermos en la plaza y le rogaban que les dejase tocar al menos la orla de su manto; y los que la tocaban se curaban.
PISTAS PARA LA MEDITACIÓN:
El Evangelio nos expresa el deseo de la gente de estar con Jesús, y como le llevaban a los enfermos. Una cuestión para nuestro diálogo personal o nuestra oración, es nuestro deseo de búsqueda, nuestras ganas, hambre y sed de Dios. Nos encontramos en la Sagrada Escritura expresiones como: “Mi alma tiene SED de ti, como tierra reseca, sin agua…” ¿es tan grande mi necesidad, anhelo y deseo de Dios en mi vida?
Otra cuestión importante es la fuerza de Dios para sanarme, aquellos contemporáneos del Señor estaban segurísimo que con sólo tocar a Jesús quedaban sanos. ¿Dónde podemos tocar hoy al Señor? Lógicamente, en los sacramentos y en los necesitados, “lo que hicisteis a uno de estos más pequeños a mí me lo hicisteis”. El Señor sana los corazones destrozados. El mismo se nos ofrece: “Venid a mí todos los cansados y agobiados y yo os aliviare”. Jesús anhela curarnos y darnos la vida plena. ¡La gracia de Cristo transforma y renueva al hombre mediante su amor! Acerquémonos a Cristo también por medio de la oración porque Él siempre nos escucha cuando rezamos.
El Papa Francisco en la Misa matutina de Santa Marta, concretamente, el 9 de febrero de 2015 contamos con la homilía realizada sobre este mismo pasaje evangélico: “el Evangelio de san Marcos, «vemos “la otra creación” de Dios», o sea, «la de Jesús que viene a “re-crear” lo que había sido destruido por el pecado». […]«Apenas desembarcaron, lo reconocieron y se pusieron a recorrer toda la comarca; cuando se enteraba la gente dónde estaba Jesús, le llevaba los enfermos en camillas; y los que lo tocaban se curaban».”
Que tengas un buen día.
Jesús Aguilar Mondéjar (Chechu), sacerdote.