EVANGELIO DEL DÍA: Mt 10,17-22: El que persevere hasta el final se salvará.

Esteban-26Diciembre

EVANGELIO DEL DÍA:
Mt 10,17-22: El que persevere hasta el final se salvará.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles:
– «No os fiéis de la gente, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes, por mi causa; así daréis testimonio ante ellos y ante los gentiles. Cuando os arresten, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: en su momento se os sugerirá lo que tenéis que decir; no seréis vosotros los que habléis, el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros. Los hermanos entregarán a sus hermanos para que los maten, los padres a los hijos; se rebelarán los hijos contra sus padres, y los matarán. Todos os odiarán por mi nombre; el que persevere hasta el final se salvará.»

PISTAS PARA LA MEDITACIÓN:

Celebramos hoy la fiesta de S. Esteban, el primero de los mártires. El Papa Emérito Benedicto XVI dedicó una de las audiencias, concretamente, la del 10 de enero de 2007 a S. Esteban: “[…] La historia de san Esteban nos da varias lecciones. Por ejemplo, nos enseña que el compromiso social de la caridad no se debe separar nunca del anuncio valiente de la fe. Era uno de los siete que se encargaban sobre todo de la caridad. Pero la caridad no se podía separar del anuncio. De este modo, con la caridad, anuncia a Cristo crucificado, hasta el punto de aceptar incluso el martirio. Esta es la primera lección que podemos aprender de san Esteban: la caridad y el anuncio van siempre juntos.

San Esteban sobre todo nos habla de Cristo, de Cristo crucificado y resucitado como centro de la historia y de nuestra vida. Podemos comprender que la cruz ocupa siempre un lugar central en la vida de la Iglesia y también en nuestra vida personal. En la historia de la Iglesia no faltará nunca la pasión, la persecución. Y precisamente la persecución se convierte, según la famosa frase de Tertuliano, en fuente de misión para los nuevos cristianos. Cito sus palabras: «Nosotros nos multiplicamos cada vez que somos segados por vosotros: la sangre de los cristianos es una semilla”[…] Pero también en nuestra vida la cruz, que no faltará nunca, se convierte en bendición. Y aceptando la cruz, sabiendo que se convierte en bendición y es bendición, aprendemos la alegría del cristiano incluso en los momentos de dificultad. El valor del testimonio es insustituible, pues el Evangelio lleva a él y de él se alimenta la Iglesia.

Que san Esteban nos enseñe a aprender estas lecciones; que nos enseñe a amar la cruz, puesto que es el camino por el que Cristo se hace siempre presente entre nosotros. El relato del martirio de S. Esteban hace eco a la pasión y muerte de Cristo. Poco antes de morir apedreado por sus enemigos, Esteban repite casi literalmente su intercesión por aquellos que le están haciendo tanto daño. Él supo orar por sus perseguidores, por eso nos muestra el camino de llegar a amar a nuestros enemigos. «Señor, no les tengas en cuenta esta pecado». Esta es la novedad del Evangelio hace al hombre capaz de orar y amar a quien los destruye.”

En el Evangelio de hoy se nos habla de la persecución. Y la razón es porque “como no sois del mundo, por eso os odia el mundo”. Cuando el mundo es enemigo de Dios es casi lo más normal que el discípulo de Cristo sufra también de esa mal aversión. Pero además de autenticidad, es una oportunidad de fidelidad. “El que persevere hasta el final se salvara”. “Cuando os arresten, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: en su momento se os sugerirá lo que tenéis que decir; no seréis vosotros los que habléis, el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros”. Efectivamente, hay muchas situaciones que se nos presentan y que nos agobian, que pueden quitarnos la tranquilidad interior: incomprensiones, injurias, malentendidos, difamaciones… pero Jesús es categórico: si somos fieles, el Espíritu Santo actuará y vendrá la paz. Mira al Portal, mira a Jesús, conviértete en testigo, y notarás que el Príncipe de la paz te devuelve la paz. La misma paz que en la Nochebuena proclamaba el ángel a los pastores, esa paz que surge al adentramos en la oración y contemplar a Dios en lo más humilde…, esa misma paz que el mundo nunca podrá dar hasta que reconozca a Cristo como su Señor y Rey… Aprenderás también a mirar con más simpatía a Esteban, porque aprenderás de él a ser mártir y ver la gloria de Dios donde otros ven amargura.

Que tengas un buen día.
Jesús Aguilar Mondéjar (Chechu), sacerdote.

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Jesús Aguilar Mondéjar

Consiliario del Movimiento de Cursillos de Cristiandad de la Diócesis de Cartagena.

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