EVANGELIO DEL DÍA:
Mt 11,28-30: Venid a mí… aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón.
En aquel tiempo, exclamó Jesús:
-«Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.»
PISTAS PARA LA MEDITACIÓN:
En el Evangelio de hoy el Señor nos invita a entrar en la escuela de su seguimiento: “aprended de mí”. El mismo se nos ofrece: “Venid a mí”. En otros encuentros con el Señor, concretamente con aquella mujer de Samaria, le hacia la propuesta: “Si conocieras el don de Dios…”. Y nos sigue haciendo la invitación y la oferta: Una vida en plenitud. “os aliviare”, “encontrareis vuestro descanso”. En definitiva, el primer beneficiado es el que se abandona en Él, aquel que comienza a confiar en su palabra, en su mensaje y comienza a fiarse de Él.
“Aprended de Mí”, no es cuestión solo de unos conocimientos, de un saber teórico, -aprended de mí-, lleva consigo: profundizad en su persona, en su palabra, en su vida, en su mensaje, en una palabra, en contemplar, observar y mirar al Señor. Él nos promete descanso, consuelo y paz. Es la experiencia vivida por tantos hombres de Dios a lo largo de la historia, recoge bien esta experiencia S. Agustín: “Nos hiciste, Señor, para ti, y nuestro corazón esta inquieto, hasta que descanse en ti”. Solo el Señor colma todas las aspiraciones que tiene el corazón humano, Él sacia la sed de dicha y felicidad que anhela el hombre. “Venid a mí”. Esta esperándonos para concedernos vida en plenitud.
Destaca en la búsqueda de la paz: La mansedumbre y la humildad. “Manso y humilde de corazón”, ambos son dones que nos vienen de Dios, el Señor es la humildad encarnada. Siendo Dios nos enseña el camino de la pequeñez, que lleva al servicio y siempre desde la caridad.
Que tengas un buen día.
J.A.M.(Chechu)sacerdote.