EVANGELIO DEL DÍA Mt 23, 13-22: ¡Ay de vosotros, guías ciegos!

cathopic_1495639551606231

EVANGELIO DEL DÍA
Mt 23, 13-22: ¡Ay de vosotros, guías ciegos!

En aquel tiempo, Jesús dijo:

«¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el reino de los cielos! Ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que quieren. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que devoráis los bienes de las viudas con pretexto de largas oraciones! Vuestra sentencia será por eso más severa. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que viajáis por tierra y mar para ganar un prosélito, y cuando lo conseguís, lo hacéis digno de la gehenna el doble que vosotros! ¡Ay de vosotros, guías ciegos, que decís: “Jurar por el templo no obliga, jurar por el oro del templo sí obliga”! ¡Necios y ciegos! ¿Qué es más, el oro o el templo que consagra el oro? O también: “Jurar por el altar no obliga, jurar por la ofrenda que está en el altar sí obliga”. ¡Ciegos! ¿Qué es más, la ofrenda o el altar que consagra la ofrenda? Quien jura por el altar, jura por él y por cuanto hay sobre él; quien jura por el templo, jura por él y por quien habita en él; y quien jura por el cielo, jura por el trono de Dios y también por el que está sentado en él.

PISTAS PARA LA MEDITACIÓN:

Con el Evangelio de hoy comenzamos con los ayes contra los letrados y fariseos donde el Señor pone en evidencia su hipocresía. Utiliza palabras muy fuertes: “no entráis, no dejáis entrar”. Acojamos la exhortación del Señor porque nos ama, “el Señor reprende a los que ama” (segunda lectura de ayer domingo, Hb 12, 6) a Dios le importamos, por eso nos trata como a hijos, busca nuestro bien, denuncia lo que nos hace daño y nos separa de Él, por eso la invitación a cambiar, a la conversión. Advierte sobre el proselitismo, ya que no provocan el encuentro de esa persona con Dios, sino le interesa más otros intereses, como que forme parte del grupo, de sus ideas, de su persona… Nos delata nuestra falta de integridad, de coherencia, de radicalidad en el seguimiento. No pienses en otros a los cuales le vendría bien que escucharan este pasaje evangélico, déjate interrogar por Él y solicítale al Señor la gracia necesaria para que te dejes transformar por esta palabra.

Hoy se nos invita a poner la mirada en la Santísima Virgen María, celebramos una memoria obligatoria bajo el título de Reina , lo recibe ya en los primeros siglos del incipiente cristianismo. San Juan Pablo II, el 23 de julio del 1997, habló sobre la Virgen como Reina del universo. Recordó que «a partir del siglo V, casi en el mismo período en que el Concilio de Efeso proclama a la Virgen ‘Madre de Dios’, se comienza a atribuir a María el título de Reina. El pueblo cristiano, con este ulterior reconocimiento de su dignidad excelsa, quiere situarla por encima de todas las criaturas, exaltando su papel y su importancia en la vida de cada persona y del mundo entero».

Las Sagradas Escrituras nos enseñan que los que son de Cristo reinarán con El y la Virgen María es ciertamente de Cristo. Una de los misterios que se nos ponen para nuestra meditación en el rezo del Rosario, concretamente en los misterios gloriosos es que María Santísima es reina de todo lo creado. Y que razones tenemos para afirmar esta verdad:

1- Por ser la madre de Dios hecho hombre, El Mesías, El Rey universal. Por la realeza de su hijo, María posee una grandeza y excelencia singular entre las criaturas, por lo que Santa Isabel exclamó: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno».

2- Por ser la perfecta discípula que acompañó a Su Hijo desde el principio hasta el final, Cristo le otorga la corona. En María se cumplen las palabras: » el que se humilla será ensalzado».   Ella dijo «He aquí la esclava del Señor».

3- Asunta al cielo, María es asociada al poder de su Hijo y se dedica a la extensión del Reino, participando en la difusión de la gracia divina en el mundo». Ella participa en la obra de salvación de su Hijo con su SI en el que siempre se mantuvo fiel, siendo capaz de estar al pie de la cruz. Lucas 1:48  » porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada»

En este gran día de la realeza de María renovemos nuestro amor a quien tiene que ocupar el lugar de Reina en nuestros corazones y con fervor y piedad digámosla esa plegaria dulcísima que aprendimos de niños para ya no olvidarla jamás: «Dios te salve, Reina y Madre de misericordia; Dios te salve…».

Que tengas un buen día.
Jesús Aguilar Mondéjar (Chechu), sacerdote.

Jesús Aguilar Mondéjar
Jesús Aguilar Mondéjar

Consiliario del Movimiento de Cursillos de Cristiandad de la Diócesis de Cartagena.

WhatsApp
Facebook
Email
Imagen del autor

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Abrir chat
¿Hablamos?
Cursillos de Cristiandad - Murcia
Contáctanos si necesitas algo 😊