EVANGELIO DEL DÍA: Mt 28,16-20: Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Santísima Trinidad

EVANGELIO DEL DÍA:
Mt 28,16-20: Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Al verlo, ellos se postraron, pero algunos vacilaban. Acercándose a ellos, Jesús les dijo:
-«Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra. Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.»

PISTAS PARA LA MEDITACIÓN:

Celebramos hoy la solemnidad de la Santísima Trinidad. Dios se revela a si mismo. Es la intimidad de Dios mismo, Dios es comunidad de amor, Él no es soledad, sino comunión, relación. En palabras de nuestro Obispo D. José Manuel Lorca, (en su reflexión sobre el evangelio en la revista “Nuestra Iglesia”): “¡Esta es la fiesta del amor supremo de Dios a los hombres!”.

Acudimos a la voz del magisterio de la Iglesia y nos vamos a acercar a través de la voz de nuestros últimos Papas, comenzamos con las palabras del Papa santo, Juan Pablo II, dichas en el ángelus del 15 de junio de 2003:
“Este domingo, que sigue al de Pentecostés, celebramos la solemnidad de la Santísima Trinidad. La unidad y la trinidad de Dios es el primer misterio de la fe católica. Llegamos a él al final de todo el camino de la revelación, que se realizó en Jesús:  en su encarnación, pasión, muerte y resurrección”.

Seguimos con las palabras dichas en el ángelus del 7 de junio 2009 por el Papa, hoy Emérito, Benedicto XVI:
“Hoy contemplamos la Santísima Trinidad tal como nos la dio a conocer Jesús. Él nos reveló que Dios es amor «no en la unidad de una sola persona, sino en la trinidad de una sola sustancia» (Prefacio): es Creador y Padre misericordioso; es Hijo unigénito, eterna Sabiduría encarnada, muerto y resucitado por nosotros; y, por último, es Espíritu Santo, que lo mueve todo, el cosmos y la historia, hacia la plena recapitulación final. Tres Personas que son un solo Dios, porque el Padre es amor, el Hijo es amor y el Espíritu es amor. Dios es todo amor y sólo amor, amor purísimo, infinito y eterno. No vive en una espléndida soledad, sino que más bien es fuente inagotable de vida que se entrega y comunica incesantemente.”

Y terminamos con las palabras del Papa actual, Francisco, vamos a tomar dos referencias, en dos momentos distintos, una primera en el ángelus del 26 mayo 2013:
“La Santísima Trinidad no es el producto de razonamientos humanos; es el rostro con el que Dios mismo se ha revelado, no desde lo alto de una cátedra, sino caminando con la humanidad. Es justamente Jesús quien nos ha revelado al Padre y quien nos ha prometido el Espíritu Santo. Dios ha caminado con su pueblo en la historia del pueblo de Israel y Jesús ha caminado siempre con nosotros y nos ha prometido el Espíritu Santo que es fuego, que nos enseña todo lo que no sabemos, que dentro de nosotros nos guía, nos da buenas ideas y buenas inspiraciones.”

Y en el ángelus del 15 de junio de 2014:
“Todos estamos llamados a testimoniar y anunciar el mensaje de que «Dios es amor», de que Dios no está lejos o es insensible a nuestras vicisitudes humanas. Está cerca, está siempre a nuestro lado, camina con nosotros para compartir nuestras alegrías y nuestros dolores, nuestras esperanzas y nuestras fatigas. Nos ama tanto y hasta tal punto, que se hizo hombre, vino al mundo no para juzgarlo, sino para que el mundo se salve por medio de Jesús (cf. Jn 3, 16-17). Y este es el amor de Dios en Jesús, este amor que es tan difícil de comprender, pero que sentimos cuando nos acercamos a Jesús. Y Él nos perdona siempre, nos espera siempre, nos quiere mucho. Y el amor de Jesús que sentimos, es el amor de Dios.”

Unida a esta solemnidad celebramos la Jornada pro Orantibus, un día para orar por los consagrados a la vida contemplativa, el lema propuesto para este año: “Solo quiero que le miréis a Él”, esta tomado de un poema de Sta. Teresa de Jesús, invitación extensible para cada uno de nosotros. Y me uno a la felicitación realizada por nuestro Obispo: “Felicidades hermanas y hermanos, felicidades por vuestra vida llamada a la santidad en la oblación y muchas gracias por vuestras oraciones y sacrificios por la Iglesia, por nuestra Iglesia”.

Feliz día del Señor, feliz domingo desbordado por el misterio De Dios amor, que tengas un buen día.
Jesús Aguilar Mondéjar (Chechu), sacerdote.

Jesús Aguilar Mondéjar
Jesús Aguilar Mondéjar

Consiliario del Movimiento de Cursillos de Cristiandad de la Diócesis de Cartagena.

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