EVANGELIO DEL DÍA: Mt 5,43-48: Amad a vuestros enemigos.

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EVANGELIO DEL DÍA:
Mt 5,43-48: Amad a vuestros enemigos.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo.
Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os aborrecen y rezad por los que os persiguen y calumnian. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.
Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestro hermano, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los paganos? Por tanto, sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto.

PISTAS PARA LA MEDITACIÓN:

El Evangelio de hoy continua con el “Sermón de la montaña”, hoy, se nos reclama todo un milagro, unas páginas muy difíciles de hacerlas vida, amar a los que no nos aman, orar por los que nos desean mal, esto, humanamente es imposible, ¡Cuánto necesitamos la gracia de Dios! Solo Él puede cambiar nuestro corazón, solo el amor de Dios puede lograr que nuestro corazón se vaya pareciendo al suyo, solo con la ayuda de su gracia podremos llegar a amar a nuestros enemigos, pero de entrada, es todo un reto, por cierto, nada fácil, es muy grande.

Acudo para la reflexión a las palabras del Papa Francisco, en la homilía, del 19 de febrero de 2017, donde comenta este mismo pasaje evangélico:
“Lo dice Jesús, no lo digo yo: “Amad a vuestros enemigos” ¿Yo tengo que amar a ese?-Sí- No puedo- reza para que puedas- . “Amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen” ¿Rezad por los que me han hecho mal? – Sí, para que cambie de vida, para que el Señor lo perdone. […] Yo os sugiero comenzar por lo poco. Todos tenemos enemigos; todos sabemos que ese o esa habla mal de mí. Os sugiero: tómate un minuto, dirígete a Dios Padre: “Ese o esa es tu hijo, es tu hija: cambia su corazón. Bendícelo, bendícela”. Esto se llama rezar por los que no nos quieren, por los enemigos. Se puede hacer con sencillez. Quizá el rencor permanece; quizá el rencor permanece en nosotros, pero nosotros estamos haciendo el esfuerzo de ir en el camino de este Dios que es así de bueno, misericordioso, santo y perfecto que hace salir su sol sobre malos y buenos: es para todos, es bueno para todos. Debemos ser bueno con todos. Y rezar por los que no son buenos, por todos.”

También, tenemos para nuestra meditación la reflexión del Papa Emérito, Benedicto XVI, en el Ángelus del 18 de febrero de 2007, donde comenta este pasaje:«¿Por qué Jesús pide amar a los propios enemigos, o sea, un amor que excede la capacidad humana? En realidad, la propuesta de Cristo es realista, porque tiene en cuenta que en el mundo hay demasiada violencia, demasiada injusticia y, por tanto, sólo se puede superar esta situación contraponiendo un plus de amor, un plus de bondad. Este «plus» viene de Dios: es su misericordia, que se ha hecho carne en Jesús y es la única que puede «desequilibrar» el mundo del mal hacia el bien, a partir del pequeño y decisivo «mundo» que es el corazón del hombre».

Que tengas un buen día.
Jesús Aguilar Mondéjar (Chechu), sacerdote.

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Jesús Aguilar Mondéjar

Consiliario del Movimiento de Cursillos de Cristiandad de la Diócesis de Cartagena.

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