Un sábado, iba él caminando por medio de un sembrado y sus discípulos arrancaban y comían espigas, frotándolas con las manos. Unos fariseos dijeron: «¿Por qué hacéis en sábado lo que no está permitido?». Respondiendo Jesús, les dijo: «¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y sus compañeros sintieron hambre? Entró en la casa de Dios, y tomando los panes de la proposición, que solo está permitido comer a los sacerdotes, comió él y dio a los que estaban con él». Y les decía: «El Hijo del hombre es señor del sábado».
PISTAS PARA LA MEDITACIÓN:
En el Evangelio de hoy unos fariseos hablan mal de sus discípulos, y conmueve como el Señor busca la manera de poder justificar su modo de proceder y como el Señor aprovecha siempre para enseñarles, en este caso, para hacerles ver que “el Hijo del hombre es Señor del sábado”; entre los suyos, dentro de sus contemporáneos, algunos no todos, maquinaban constantemente en qué podían acusar al Señor, siempre queriendo tener algún pretexto para juzgarlo, criticarlo, murmurar sobre él y tener motivo para aprehenderlo.
Quienes rechazan a Cristo parece que disfrutan con la debilidad de los que se presentan como discípulos del Señor, dicha fragilidad, les vale para chismorrear, reprender y reprochar, teniendo así carta blanca para sacar todo su veneno proclamando sus faltas o pecados. Por eso es paradójico que una cultura en la que no le quiere dejar espacio a Dios, ni a sus seguidores, en cambio, les exija a los cristianos un plus de coherencia, de autenticidad y congruencia, sin embargo, le importa bien poco en quién creemos y qué es lo que creemos, pero hemos de estar preparados para ser siempre juzgados por los que nos exigirán siempre más, ya que siempre andamos faltos de amar, mas y mejor.
No es fácil ser cristiano, nunca lo ha sido, hemos de agradecerle a esta sociedad tan secularizada que nos demande autenticidad en el seguimiento a Ntro. Señor. Ya que nuestra vida esta llamada a manifestar nuestra fe, y tienen derecho los que todavía no han acogido el regalo de la fe, que los discípulos del Señor les mostremos el rostro del Dios vivo con las pruebas de lo que Dios esta haciendo en nosotros.
Con el tema del sábado, el Señor nos avisa, nos pone delante lo esencial. “El Hijo del hombre es Señor del sábado”. Es reconocer a nuestro Salvador, e ir dándole el lugar que debe ocupar en nuestro corazón, en nuestra vida, en nuestras cosas de todos los días.
Feliz sábado. Feliz día contemplando a nuestra Madre, y acudiendo a la escuela de María, para que sea Ella la que nos estimule en el seguimiento de su Hijo y nos ayude a dejarle el lugar que le corresponde en nosotros.