El pasado sábado 23 de noviembre se realizó en la Parroquia de San José de Sangonera la Seca una convivencia en la que fueron convocados los participantes de Cursillos de Cristiandad de los últimos tres años.
La jornada comenzó compartiendo un café y unos bizcochos caseros, realizados por los mismos cursillistas, a la vez que nos permitió el reencontrarnos y compartir las primeras impresiones.
A continuación, se rezó la oración de Laudes y, tras las palabras de bienvenida de Francisco Aguilar, presidente diocesano, se escuchó el testimonio de Rafael Yago, cursillista y miembro de la Escuela de Yecla. Un hermoso testimonio que a nadie dejó indiferente: habló del paso de Dios por su vida, de la semilla que contribuyó a sembrar su abuela, de lo que le ha supuesto la lectura de la vida de los Mártires de la Guerra Civil española, de su enfermedad y, por supuesto, del cambio que experimentó en el Cursillo de Cristiandad, con su integración en el Movimiento a través de la Escuela de Yecla.
Tras unos nutridos ecos y resonancias del testimonio, se pasó a realizar pequeñas reuniones de grupo, donde se pudo compartir la perseverancia en la fe, problemas y planes, rememorando, al tiempo, el bonito paso por el Cursillo de Cristiandad.
A media mañana se celebró la Eucaristía, que presidió D. Francisco José Azorín, viceconsiliario del Movimiento y párroco de Sangonera la Seca. Tras ella vino la comida, que consistió en una paella deliciosa que compartimos, siendo más de 150 comensales.
El día acabó con la adoración al Santísimo. Nos ayudó a ponernos en presencia del Señor, la voz y la guitarra del hermano cursillista Antonio González, conocido como “El Plata”; tras recibir la bendición, fuimos despedidos con una oración de envío.
La impresión general fue que se vivió un encuentro gozoso de hermanos en la fe que saben, creen y sienten que Cristo vive y camina con ellos. Vivimos un día de alegría, de reencuentro de hermanos, de ser conscientes que Cristo vive entre nosotros y camina con este Movimiento, llevando su mensaje de salvación al prójimo.