EVANGELIO DEL DÍA: Jn 12, 44-50: Yo he venido al mundo como luz.

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EVANGELIO DEL DÍA:
Jn 12,44-50: Yo he venido al mundo como luz.

En aquel tiempo, Jesús dijo, gritando:
– «El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me ha enviado. Y el que me ve a mí ve al que me ha enviado. Yo he venido al mundo como luz, y así, el que cree en mí no quedará en tinieblas.
Al que oiga mis palabras y no las cumpla yo no lo juzgo, porque no he venido para juzgar al mundo, sino para salvar al mundo. El que me rechaza y no acepta mis palabras tiene quien lo juzgue: la palabra que yo he pronunciado, ésa lo juzgará en el último día. Porque yo no he hablado por cuenta mía; el Padre que me envió es quien me ha ordenado lo que he de decir y cómo he de hablar. Y sé que su mandato es vida eterna. Por tanto, lo que yo hablo lo hablo como me ha encargado el Padre.»

PISTAS PARA LA MEDITACIÓN:

En el Evangelio de hoy el Señor nos presenta su misión en el mundo: “Yo he venido como luz al mundo”… “No he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo”. También nos advierte que algunos no lo acogen. Comenta S. Agustín esta pasaje en el tratado 54,4 sobre el Evangelio de S. Juan:

“No les dijo. “Vosotros sois la luz, habéis venido al mundo para que quien crea en vosotros no permanezca en tinieblas”. Yo os aseguro que no leeréis esto en ningún lugar. Candelas son todos los Santos. Pero la Luz aquella que les da luz no puede separarse de sí misma, porque es inconmutable. Creemos, pues, a las candelas encendidas, como son los profetas y los apóstoles, pero de tal modo les damos fe, que no creemos en la misma candela iluminada, sino que por medio de ella creemos en aquella Luz que las ilumina, para que seamos también iluminados, no por ellas, sino con ellas, por aquella Luz de quien ellas reciben la suya.

Y al decir que vino “para que todo aquel que crea en Mí no permanezca en tinieblas”, claramente manifiesta que a todos encontró envueltos en las tinieblas; pero para que no permanezca en las tinieblas en que fueron hallados debe creer en la Luz que vino al mundo, porque por Ella fue hecho el mundo”.

Descubrir el tesoro que nos aporta el Señor, es un primer paso, para que nos dejemos iluminar por Él, para acogerlo, para darnos cuenta lo mucho que nos da, para agarrarnos a Él y no permitir perder su Luz. Cuando nos dejamos iluminar por el Señor, por su Palabra, nuestra vida se va transformando, va recibiendo sus dones, nos vamos inundando de su amor y nos lleva a amar a nuestros hermanos (que son todos, los que piensan como yo y los que no). La llamada a la misión es por todos, para que todos puedan conocerlo, lo amen y se salven. Y nuestra actitud, debe asemejarse a la del Maestro, que no ha venido a condenar sino a salvar, con lo cual , nada humano nos debe ser ajeno y no es cuestión de transmitir mis ideas sino las del que nos envía, hemos de buscar al que no lo conoce y mostrarle el rostro misericordioso de Dios que lo ama, aunque no lo sepa y crea que por sus muchos pecados no lo puede amar.

Que el Señor nos permita ser fieles a Él y a su mensaje, que nos ayude a ser instrumentos suyos, que nos conceda un celo grande por anunciarlo a los demás, y a todos los que nos ponga en nuestro camino. Que tengas un buen día.

Jesús Aguilar Mondéjar, sacerdote

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Jesús Aguilar Mondéjar

Consiliario del Movimiento de Cursillos de Cristiandad de la Diócesis de Cartagena.

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