EVANGELIO DEL DÍA: Jn 2, 1-11:Haced lo que él os diga.

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EVANGELIO DEL DÍA:
Jn 2, 1-11:Haced lo que él os diga.

A los tres días había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda. Faltó el vino, y la madre de Jesús le dice: «No tienen vino». Jesús le dice: «Mujer, ¿qué tengo yo que ver contigo? Todavía no ha llegado mi hora». Su madre dice a los sirvientes: «Haced lo que él os diga». Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una. Jesús les dice: «Llenad las tinajas de agua». Y las llenaron hasta arriba. Entonces les dice: «Sacad ahora y llevadlo al mayordomo». Ellos se lo llevaron. El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llama al esposo y le dice: «Todo el mundo pone primero el vino bueno y, cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora». Este fue el primero de los signos que Jesús realizó en Caná de Galilea; así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él.

PISTAS PARA LA MEDITACIÓN:

En el Evangelio de hoy nos encontramos con el pasaje tantas veces escuchado y meditado de las bodas de Caná, a mí personalmente me conmueve, solo el pensar que nadie le había pedido nada y María interviene, y es siempre buscando el bien, en aquel caso de aquellos jóvenes esposos, pero quiero subrayar que aunque nadie le había pedido nada, Ella estaba atenta e interviene buscando siempre el bien. María advierte la necesidad y solicita la intervención de su hijo: “No tienen vino”. Le presenta la carencia y confía. Lo pone en manos del Señor y aunque la respuesta dada en un primer momento parece que el Señor se desentiende, que no ha llegado su hora. María confía y lo deja en sus manos, sin embargo, invita a todos a: “Haced lo que Él os diga”. A buscar lo que el Señor quiere.

Hoy se cumple 163 años, el 11 de Febrero de 1858, la Virgen Santísima se apareció en la gruta de Masabielle, en Lourdes, a una joven llamada Bernardita. La vida de Bernardita no sería nunca igual, la Inmaculada había venido con el rosario en sus manos, con un mensaje de conversión y de bondad, sugiriendo la construcción de una ermitica, un Santuario, un hogar en donde acoger a sus hijos y para prodigar ahí, consuelo y sanación, especialmente para los que sufren y para los enfermos. Un Santuario, un hogar… un lugar para acoger, recibir, iluminar y sanar con amor materno a todos los corazones. Un nuevo y actual Caná, en donde Ella puede comunicar toda la potencia de su amor materno, de su Misión Materna.

Podríamos resumir el Mensaje que la Santísima Virgen dio en Lourdes:

En un agradecimiento del cielo por la definición del dogma de la Inmaculada Concepción, que se había declarado cuatro años antes por Pio IX (1854), al mismo tiempo que así se presenta Ella misma como Madre y modelo de pureza para el mundo que está necesitado de esta virtud.

Segundo, invitación a la conversión a Cristo en su Iglesia.

Tercero, muy importante es el mensaje de la Cruz. La Santísima Virgen le repite a Bernardita que lo importante es ser feliz en la otra vida, aunque para ello sea preciso aceptar la cruz. «Yo también te prometo hacerte dichosa, no ciertamente en este mundo, sino en el otro».

Cuarto, el gran poder del Rosario: La importancia de rezarlo. Con ello la importancia de la oración, de la penitencia y humildad (besando el suelo como señal de ello);

Quinto, un mensaje de misericordia infinita para los pecadores y del cuidado de los enfermos.
Sexto, la llamada a la conversión y podríamos terminar con el séptimo, la confianza, la confianza en Dios.

Unido a esta festividad de la Santísima Virgen María se celebra la jornada mundial del enfermo. En la conclusión del mensaje de este año el Papa Francisco expresa: “Le encomiendo a María, Madre de misericordia y Salud de los enfermos, todas las personas enfermas, los agentes sanitarios y quienes se prodigan al lado de los que sufren. Que Ella, desde la Gruta de Lourdes y desde los innumerables santuarios que se le han dedicado en todo el mundo, sostenga nuestra fe y nuestra esperanza, y nos ayude a cuidarnos unos a otros con amor fraterno. A todos y cada uno les imparto de corazón mi bendición.”

Que tengas un buen día.
Jesús Aguilar Mondéjar (Chechu), sacerdote.

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Jesús Aguilar Mondéjar

Consiliario del Movimiento de Cursillos de Cristiandad de la Diócesis de Cartagena.

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