Mc 1, 7-11: Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco

Proclamaba Juan: «Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo y no merezco agacharme para desatarle la correa de sus sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo». Y sucedió que por aquellos días llegó Jesús desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán. Apenas salió del agua, vio rasgarse los cielos y al Espíritu que bajaba hacia él como una paloma. Se oyó una voz desde los cielos: «Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco». 
PISTAS PARA LA MEDITACIÓN:
El Evangelio de hoy nos presenta el pasaje del Bautismo de Ntro. Señor en el Jordán, con esta fiesta del Bautismo del Señor concluimos el tiempo de Navidad. En el río Jordan se realizó la primera manifestación publica de Ntro. Señor, todo un Dios haciéndose pequeño, en el episodio del Jordán nos muestra su gran humildad, -siempre me ha impresionado contemplar a Nuestro Señor haciendo cola como un pecador más, el que no cometió pecado, quien nos purifica, haciendo cola entre los pecadores, todo un Dios entremezclado con los que nada cuenta, con los marginados, sin querer privilegios, con paciencia, sabiendo esperar su turno, me impresiona este Dios que rompe todos los esquemas de este mundo, no quiere privilegios, no busca honores, le da igual que lo confundan, pasando como uno de tantos, mezclado entre los pecadores. se puso en cola entre los pecadores, como uno más- y allí comenzó a tomar sobre sí el peso de la culpa de toda la humanidad, como Cordero de Dios que “quita” el pecado del mundo.
Para nuestra profundización y pistas de meditación, acudo al ángelus del 10 de enero de 2021, del P. Francisco: “Hoy celebramos el Bautismo del Señor. Dejamos,[…], a Jesús niño visitado por los Magos; hoy lo encontramos como adulto en la orilla del Jordán. La Liturgia nos hace realizar un salto de unos treinta años, treinta años de los que sabemos una cosa: fueron años de vida escondida, que Jesús pasó en familia —algunos, primero, en Egipto, como migrante para huir de la persecución de Herodes, los otros en Nazaret, aprendiendo la profesión de José—, en familia obedeciendo a sus padres, estudiando y trabajando. Impresiona que el Señor haya pasado así la mayor parte del tiempo en la Tierra, viviendo la vida de todos los días, sin aparecer. Pensemos que, según los Evangelios, fueron tres años de predicaciones, de milagros y tantas cosas. Tres. Y los otros, todos los otros, de vida escondida en familia. Es un bonito mensaje para nosotros: nos revela la grandeza de lo cotidiano, la importancia a los ojos de Dios de cada gesto y momento de la vida, también el más sencillo, también el más escondido.
Después de estos treinta años de vida escondida empieza la vida pública de Jesús. Y empieza precisamente con el bautismo en el río Jordán. Pero Jesús es Dios, ¿por qué se hace bautizar? El bautismo de Juan consistía en un rito penitencial, era signo de la voluntad de convertirse, de ser mejores, pidiendo perdón por los propios pecados. Realmente Jesús no lo necesitaba. De hecho Juan Bautista trata de oponerse, pero Jesús insiste. ¿Por qué? Porque quiere estar con los pecadores: por eso se pone a la fila con ellos y cumple su mismo gesto. […] sucede algo extraordinario, los cielos se abren y se desvela finalmente la Trinidad. El Espíritu Santo desciende en forma de paloma y el Padre dice a Jesús: «Tú eres mi Hijo muy querido». Dios se manifiesta cuando aparece la misericordia. No olvidar esto: Dios se manifiesta cuando aparece la misericordia, porque ese es su rostro. Jesús se hace siervo de los pecadores y es proclamado Hijo; baja sobre nosotros y el Espíritu desciende sobre Él. Amor llama amor. Vale también para nosotros: en cada gesto de servicio, en cada obra de misericordia que realizamos Dios se manifiesta, Dios pone su mirada en el mundo. Esto vale para nosotros.
[…] Hemos sido salvados gratuitamente. La salvación es gratis. […] Sacramentalmente esto se hace el día de nuestro Bautismo; pero también aquellos que no están bautizados reciben la misericordia de Dios siempre, porque Dios está allí, espera, espera que se abran las puertas de los corazones. Se acerca, me permito decir, nos acaricia con su misericordia.”
Hoy es un gran día para renovar nuestro bautismo y darle muchas gracias al Señor por el gran regalo que nos ha hecho, introduciéndonos en su familia, la de los hijos de Dios.
Feliz día del Señor. Feliz domingo.
Hoy en Caravaca de la Cruz tendrá lugar la celebración de apertura de su Año Jubilar de la Cruz, -para los que no podáis vivirlo presencialmente,  creo que 13 Tv,  lo emite en directo, a partir de las 12:00 h-  Este Año Jubilar lleva por lema: “Camino a la Cruz, camino de amor”. Deseamos que sea un Año donde el Amor de Dios inunde muchos corazones, esperamos que los colme de plenitud, y que se derrame abundantemente su gracia en tantos peregrinos que vendrán durante todo este año que hoy se inicia.
Comparto la oración de bendición que se hace con la Sagrada Reliquia de la Cruz de Ntro. Señor:
“Te rogamos, Señor Santo, Padre Omnipotente, Eterno Dios, que bendigas a tu pueblo con el signo de la Cruz, símbolo de tu amor redentor y acercamiento a nosotros, para que sea nuestra ayuda en la debilidad, aliento en la dificultad, alegría en nuestro trabajo, fundamento de nuestra fe y garantía de tu presencia amorosa en el mundo. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amen”.
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Jesús Aguilar Mondéjar

Consiliario del Movimiento de Cursillos de Cristiandad de la Diócesis de Cartagena.

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