EVANGELIO DEL DÍA
Mc 12, 35-37: Una muchedumbre numerosa le escuchaba a gusto.
Mientras enseñaba en el templo, Jesús preguntó: «¿Cómo dicen los escribas que el Mesías es hijo de David? El mismo David, movido por el Espíritu Santo, dice: “Dijo el Señor a mi Señor: siéntate a mi derecha, y haré de tus enemigos estrado de tus pies”. Si el mismo David lo llama Señor, ¿cómo puede ser hijo suyo?». Una muchedumbre numerosa le escuchaba a gusto.
PISTAS PARA LA MEDITACIÓN:
En el Evangelio de hoy vemos como nos resalta que la multitud escuchaba a Jesús con agrado. Posiblemente a esa gente le impulsaba la curiosidad de saber lo que decía el Señor, pero sobre todo, les llamaba la atención cómo les explicaba los misterios del Reino de los cielos y las mismas Escrituras. Démonos cada día un tiempo para escuchar con agrado al Señor.
El Papa Francisco en el viaje apostólico a Sri Lanka y Filipinas en el encuentro con los jóvenes, el 18 de enero de 2015, les resaltaba: “El verdadero amor es abrirse a ese amor que está primero y que nos provoca una sorpresa… El amor te abre a las sorpresas, el amor siempre es una sorpresa, porque supone un dialogo entre dos: entre el que ama y el que es amado… Dios nos sorprende. Dejémonos sorprender por Dios…¡Déjate sorprender por Dios! No le tengas miedo a las sorpresas… El verdadero amor te lleva a quemar la vida, aun a riesgo de quedarte con las manos vacías. […] Y para ser sabios, dejarse sorprender por el amor de Dios.”
La clave de la sorpresa, nos desconcierta, pero nos abre a salir de nosotros mismos y a encontrarnos con el Dios vivo, a salir de nuestros esquemas, de nuestros proyectos, de nuestros planes… a hacer nuevas todas las cosas. Que puedas acoger con agrado las sorpresas que Dios te presente y hacer de tu vida una oblación, ofreciéndote al Señor, tu tiempo, tus dones, en definitiva: ofrecerte tú.
Que tengas un buen día.
Jesús Aguilar Mondéjar (Chechu), sacerdote.