Jn 16,5-11: Si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito

Ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: “¿Adónde vas?”. Sino que, por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el corazón. Sin embargo, os digo la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito. En cambio, si me voy, os lo enviaré. Y cuando venga, dejará convicto al mundo acerca de un pecado, de una justicia y de una condena. De un pecado, porque no creen en mí; de una justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis; de una condena, porque el príncipe de este mundo está condenado.

PISTAS PARA LA MEDITACIÓN:

En el Evangelio de hoy el Señor anuncia de nuevo su partida y eso provoca la tristeza en sus discípulos, sin embargo, les anima a prepararse a recibir al “Paráclito”, es decir, al Abogado, al Consolador. El mejor don del resucitado a los suyos es su espíritu. Una de las acciones más grandes que ejerce el Espíritu Santo en nuestro corazón es el artífice de nuestra santificación, en la medida que va inundando nuestra vida nos va transformando, iniciamos todo un proceso de conversión, vamos siendo capaces de ver lo que nos aleja de Dios, de descubrir nuestro propio pecado, de rechazar el mal, de luchar y combatir contra todo lo que pueda ofender a Dios, de crecer en su amor. Debemos buscar estar atentos a su voz, para corresponder a todas sus inspiraciones con generosidad.

El Papa Francisco dedica la Audiencia General del 17 de marzo de 2021 al Espíritu Santo: “El primer don de toda existencia cristiana es el Espíritu Santo. […] El Espíritu es el don que Jesús había prometido enviarnos. Sin el Espíritu no hay relación con Cristo y con el Padre. Porque el Espíritu abre nuestro corazón a la presencia de Dios y lo atrae a ese “torbellino” de amor que es el corazón mismo de Dios. […] es Él quien nos transforma en lo profundo y nos hace experimentar la alegría conmovedora de ser amados por Dios como verdaderos hijos. Todo el trabajo espiritual dentro de nosotros hacia Dios lo hace el Espíritu Santo, este don. […]la Iglesia nos invita a implorar todos los días al Espíritu Santo, especialmente al comenzar y al terminar cualquier acción importante». […] La primera tarea de los cristianos es precisamente mantener vivo este fuego, que Jesús ha traído a la tierra, ¿y cuál es este fuego? Es el amor, el Amor de Dios, el Espíritu Santo. […] No lo olvidemos, el Espíritu está presente, está presente en nosotros. Escuchemos al Espíritu, llamemos al Espíritu —es el don, el regalo que Dios nos ha hecho— y digámosle: “Espíritu Santo, yo no sé cómo es tu rostro – no lo conocemos – pero sé que tú eres la fuerza, que tú eres la luz, que tú eres capaz de hacerme ir adelante y de enseñarme cómo rezar. Ven Espíritu Santo”. Una bonita oración esta: “Ven, Espíritu Santo”.”

Picture of Jesús Aguilar Mondéjar
Jesús Aguilar Mondéjar

Consiliario del Movimiento de Cursillos de Cristiandad de la Diócesis de Cartagena.

WhatsApp
Facebook
Email
Picture of Cursillos de Cristiandad Diócesis de Cartagena
Cursillos de Cristiandad Diócesis de Cartagena

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Abrir chat
¿Hablamos?
Cursillos de Cristiandad - Murcia
Contáctanos si necesitas algo 😊