Las vacaciones llegan y con ellas también la finalización de muchas actividades, entre ellas, las de la Escuela de Cursillos. Querida escuela, vuelvo a reiterarlo porque sin ella no estaría hoy escribiendo desde el corazón como lo estoy haciendo. Después de dos años de pertenecer a ella, me siento parte activa de este grupo de cursillistas que son mis hermanos, y que cada lunes me enseñan con sus ejemplos de vida a caminar como cristiana. Este año, la Escuela se ha centrado en la Exhortación Apostólica “Gaudete et Exsultate” del Santo Padre Francisco. La Santidad es un don del que nadie está excluido.
La Escuela, a lo largo de este curso, nos ha regalado distintas visiones de espiritualidad de santos como Santa Teresa de Calcuta, San Juan de Dios, San Rafael Arnáiz, San Vicente de Paul y Santa María Josefa del Corazón de Jesús, con la presencia de las Siervas de Jesús; los hermanos de San Juan de Dios; las Hijas de la Caridad; el responsable de los Laicos Misioneros de la Caridad de Murcia, Miguel Alacid; el Padre Francisco del Eremitorio de la Luz y Rosalía Fátima García. Además, varios hermanos cursillistas expusieron los cinco capítulos sobre la Exhortación. El primero de ellos “El llamado a la Santidad”; seguido de “Dos sutiles enemigos de la Santidad”; el tercero “A la luz del maestro”; el cuarto “Algunas notas de la Santidad en el mundo actual”; y, por último, “Combate, vigilancia y discernimiento”. Asimismo, D. Jesús Aguilar, consiliario del Movimiento de Cursillos de Cristiandad de la Diócesis de Cartagena, hizo un repaso general sobre la Santidad y concluyó su charla con la cita de Léon Bloy “en la vida existe una sola tristeza, la de no ser santos”. Por último, como cierre de curso, D. José Sánchez, Vicario Episcopal de Murcia, profesor del Instituto Teológico San Fulgencio, profesor de la UCAM y párroco de la iglesia de San Pedro Apóstol de Murcia, nos habló del discernimiento poniendo como maestra a la Virgen María “habla poco, escucha mucho y guarda en su corazón” y detalló de manera pormenorizada las catorce catequesis de las que se compone. Sánchez finalizó su exposición con la cita del Salmo (cf. 118-105) que dice así: “Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero”.
Por último, hago extensible desde mi humildad y pequeñez, la petición que hace el Papa Francisco, “el Espíritu Santo infunda en nosotros un intenso anhelo de ser santos para la mayor gloria de Dios y alentémonos unos a otros en este intento. Así compartiremos una felicidad que el mundo no nos podrá quitar”.
Sin más, hasta octubre, querida Escuela. ¡DE COLORES!
Ángeles Villa
Miembro del Movimiento de Cursillos de Cristiandad de Murcia
